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Ver la Versión Completa : Una Gran Aventura. (PARTE TRES) FINAL



Casandra
17/05/2016, 00:15
Los días transcurrían y el viaje hacia la isla se hacía interminable. Las provisiones comenzaban a escasear y el calor del sol quemaba las cabezas de nuestros héroes hasta tal punto de sumirlos en la locura.

Luego de mas de diez días de viaje, en la lejanía se divisaba una isla, apresuraron la marcha y en algunas horas llegaron a la orilla.

Espadas, escudos, báculos y flautas estaban listos para la batalla. El hedor a azufre quemaba sus fosas nasales, ríos de lava corrían por toda la isla y la vegetación parecía no crecer en aquel pedazo de tierra.

El camino a cada paso se hacía mas peligroso, los ríos de magma en la cercanía de las puertas al infierno se convertían en enormes corrientes de fuego líquido.

Luego de investigar la isla y sin hallar rastro de los enemigos se sumieron en una enorme entrada la cual llevaba al corazón del mismo infierno.

El calor se apoderó de sus cuerpos y el horripilante aroma a muerte y sangre era difícil de soportar.

Adentrados en el dungeon se encontraron con una extraña criatura. Parecía un pequeño humano, pero tenía una particularidad, su cabeza no estaba...

Sin entender cómo ésta criatura podía comunicarse con ellos. Los soldados del Rey lo interrogaron hasta conseguir la información que necesitaban.

Efectivamente el Demonio estuvo allí y forjó un gran ejército, pero ya hace dos días partió hacia la ciudad de Ullathorpe para conquistarla.

El decapitado contó que cientos de sangrientos criminales acudían día a día hacia el dungeon en busca de equipamiento y entrenamiento para la batalla. El Demonio suministraba lo necesario a sus esbirros a cambio de una sola cosa, el alma.

Atónitos por la noticia los valientes guerreros emprendieron viaje hacia la salida, pero de repente, de las profundidades del río de magma emergieron una docena de criaturas.

Dragones, Astaroth y elementales de fuego listos para la batalla liderados por Dark Challiton se prepararon para evitar que los ciudadanos siguieran su camino.

La batalla comenzó y los soldados de la Armada Real tenían desventaja numérica, pero poseían un arma secreta.

El druida sacó su flauta y comenzó a tocar, mientras tanto, Ilúvatar oculto lanzaba flechas hacia el líder Challiton, el pequeño guerrero se ocupaba de los dragones y los clérigos mantenían a salvo al Druida. El hechicero rápidamente inmovilizó a los Astaroth y se acercó al guerrero para ayudarlo.

El flautista tocaba una hermosa melodía pero las criaturas parecían inmunes a ésta. Un fuego verde comenzó a fluir de todo su cuerpo y un hermoso y enorme dragón azul apareció volando por los aires.

El amo de las criaturas saltó sobre éste y rápidamente tomó a dos elementales con sus garras, lanzándolos al agua terminó con sus vidas y se preparó para la gran presa.

De sus fauces emanaba un poderoso fuego azul que convertía en cenizas todo lo que tocaba.

Ilúvatar estaba acorralado contra el rió de lava, Challiton lo había descubierto y se acercaba hacia él.

Entonces el Druida montado al gran Dragón apareció detrás del malvado y con un simple movimiento fue engullido de un bocado por la bestia azul.

El resto de las criaturas estaban controladas por los guerreros, y en cuestión de segundos el gran Dragón azul terminó con sus vidas emanando grandes llamaradas de su boca.

La batalla llegaba a su fin, pero aún faltaba lo peor. El Rey de la Oscuridad y sus tropas les llevaban dos días de ventaja y el camino hacia la ciudad de Ullathorpe no era nada fácil.

Fatigados, sin energía, y con dos días de retraso las esperanzas de salvar la ciudad de Ullathorpe se desmoronaban. La noche caía y los soldados estaban ya camino a la ciudad central.
El camino por las aguas fue fácil, pero quedaba aún mucho trecho hasta su destino y no podían descansar, el mal se acercaba hacia los inocentes ciudadanos para destruirlo todo.
Sus energías se agotaban rápidamente, el calor era aplastante en plena noche y el viento sólo traía más calor.

Despuntando el alba y sin haber tomado descanso, llegaron a la ciudad de Turgon. La luz del día los reanimaba para seguir, pero el descanso era inevitable, ya no tenían fuerza alguna, y necesitaban alimentarse.
Turgon se encontraba apacible y tranquila, sus ciudadanos eran pocos, la mayoría enanos trabajadores de las minas de hierro, cercanas a dicha ciudad. Aún así, en medio de la urbe se encontraba una pequeña hostería donde pudieron alimentarse y retozar en cómodas camas de pluma y sabanas de seda. La comodidad era tal, que el descanso fue excesivo, los guerreros llevaban días sin dormir, y ésto fue perjudicial.

Ilúvatar fue el primero en despertar, al salir de su alcoba y divisar el cielo, en primera estancia se notó confundido, no parecía haber pasado mucho tiempo desde su descanso, hasta que el encargado del lugar se acercó hacia él.

Buen día noble Guerrero! ¿Ha descansado bien? ¿Desea tomar un gran desayuno usted y sus compañeros?

¿Desayuno? ¿Cuanto tiempo hemos dormido? ¿Qué día es?

Han estado descansando durante dos días señor mío. Los he notado cansados y agotados, no he querido interrumpir vuestro descanso.

¡¡¡¡¿Dos días?!!!! Es imposible! A estas alturas el Demonio y sus acólitos deben estar llegando a Ullathorpe para sumirla en una depresión de fuego y oscuridad!

Rápidamente el arquero corrió a despertar a sus compañeros. Una vez reunidos debían planear una jugada maestra, no tenían tiempo, no podrían llegar a la ciudad, sus planes habían sido en vano, el Rey los despojaría de sus armaduras y sus placas, serían desterrados de la Armada Real y se volverían simples montaraces.

Entonces el sabio hechicero, tomó la palabra y a la vez, una decisión.

Compañeros, aún queda una forma de llegar a la ciudad en cuestión de segundos, pero el hechizo que debo emplear requiere de sabiduría y poder extremo, jamás se ha intentado nada igual en mas de setecientos años. El último gran mago en utilizar este poder fue el mismo Merlín, su poder era inagotable, pero la magia utilizada para este conjuro es muy poderosa, cuenta la leyenda que luego de invocar el único y admirable portal mágico, no volvió a ser el mismo, su alma quedo perdida en el plano astral, la locura sumió su mente y su cuerpo era controlado por la insensatez.

Estoy dispuesto a correr el riesgo, si logro abrir el portal, deben procurar centrar su alma y su mente en un solo objetivo, Ullathorpe. No deben perder el camino, o podrían acabar perdidos en el mundo espiritual, del cual jamás podrán regresar.
Mi cuerpo y mi mente no volverán, no tengo el poder de Merlín, pero he estudiado durante años los poderes de los portales, jamás abrí ninguno, pero es hora. No podemos permitir que almas inocentes caigan ante la fuerza oscura. No me defrauden, deben ganar esta guerra.

El gran hechicero sacó el sombrero de su cabeza, posó su báculo sobre sus piernas, y sentado, comenzó a meditar. Algunos minutos mas tarde el fuego azul que rodeaba su cuerpo llegaba hasta el celeste cielo.
La energía del lugar comenzó a cambiar, del cielo, haces de luces verdes conectaban con el fuego que precedía a la meditación del mago, lentamente luces de todos colores llegaban de distintos puntos del mundo espiritual, hermosos colores blandían sobre la meditación del hechicero, los violetas y rojos danzaban en círculos alrededor del fuego, que ya se había convertido en un arco iris.
El druida, más conectado con la naturaleza y el mundo espiritual que los otros guerreros supo que era el momento de ingresar.

Cuando os diga, deben introducirse en el portal. No pierdan el camino, o no regresarán jamás. Dijo el domador de criaturas.

Ilúvatar, tu cuerno, siempre quise preguntarte, es una imitación, o es el Gran Cuerno del Consejo de Angrod.

Este cuerno fue entregado a mi por el mismo Rey, jamás lo he hecho sonar, Ringer Trang me lo obsequió luego de mi victoria en los bosques de hielo contra los orcos sangrientos que deseaban tomar Harrogath. Este cuerno puede ser oído en cualquier parte del mundo, por cualquier miembro de la Armada Real y éstos sabrán donde acudir a su llamado.

Gran Arquero, usted tiene en sus manos el arma mas poderosa del Reino, debe hacerlo entonar su melodía cuando ingrese al portal. Su sonar hará que los guerreros acudan a la ciudad de Ullathorpe, necesitaremos de su ayuda, los refuerzos nos ayudarán a ganar esta guerra.

Los soldados ingresaron al portal mágico. Sus almas por un instante se desprendieron de su carne, la iluminación llegó hasta el mas recóndito lugar de su cuerpo. Ullathorpe, era lo único en lo que podían pensar, sus calles, sus casas, la vegetación de la ciudad, el aroma que desprendían las flores en primavera, todo les recordaba a la hermosa ciudad.
Segundos después y sin poder creerlo, se encontraban en medio de la ciudad, Ullathorpe parecía muy calma, no había señales de oscuridad ni de enemigos de la Legión Oscura. Pero la calma duró muy poco.

Tambores retumbaban en la cercanía, los pasos se oían cada segundo mas cerca, y el cielo comenzó a oscurecer. Por la entrada sur, norte, este y oeste, las tropas rojas aparecían en cantidades. La batalla comenzó y las flechas, espadas y conjuros inundaban la ciudad. Sangre corría por los caminos y los enemigos crecían en número.

Ilúvatar, haciendo caso a lo que el druida le dijo, hizo sonar el cuerno en pleno viaje espiritual, esperaban los refuerzos, pero no llegaban.

Los ciudadanos ayudaban a las fuerzas reales a defender la ciudad, pero los enemigos eran cientos y muy poderosos.

El domador de criaturas sacó su flauta y en plena batalla comenzó a tocar, sin dejar de luchar, con una daga en mano. De repente, osos, tigres y hombres lobos acudieron al llamado del flautista.

El guerrero con los clérigos se ocupaban de la entrada norte, mientras tanto, un grupo de ciudadanos luchaban contra los enemigos al oeste y al este. El druida, con el arquero, tomaron la entrada sur, por donde el flujo enemigo era continuo y en grandes cantidades.

Detrás de una espesa nube de humo negro, el Demonio apareció por el sur, junto a una gran cantidad de sombras extrañas que lo rodeaban.

Los nobles corazones de nuestros héroes se paralizaron por un instante. Jamás habían tenido en frente tanta maldad, Lucifer no solo era el rey de las tinieblas, sino que su conocimiento en magia negra era enorme. Las extrañas sombras que lo rodeaban eran almas negras que logró capturar cuando el portal mágico fue abierto.
Estos espíritus podían tomar tu corazón y destruirlo con sólo acercarse lo suficiente como para que puedas sentir su presencia.

Las flechas del arquero apuntaban al Demonio, una tras otra cortaban el viento sobrepasando la barrera del sonido, pero el enemigo era demasiado poderoso, los ataques de Ilúvatar no causaban ningún daño a tal enorme poder, y sus esperanzas se agotaban.

Los cuerpos muertos se contaban de a docenas en las calles de la ciudad, inocentes ciudadanos y malvados criminales yacían sin vida por todas partes.

Las tropas reales se centraron en la ciudad, y espalda con espalda luchaban contra el enemigo. Naimad e Ilúvatar se encontraban juntos, par a par, escudo con escudo, arco y espada, luchando contra el mal, nada podía detenerlos, pero los ciudadanos morían a cada paso y el número de sus fuerzas disminuía a cada segundo.

Un asesino con una gran y dorada daga apareció delante de Ilúvatar para terminar con su vida. El golpe se acercaba con gran velocidad cuando Naimad se interpuso entre la daga y el cuerpo del arquero dándole fin a la vida del clérigo.

Cegado por la furia Ilúvatar enterró en la cabeza del asesino una tras otra, tras otra flecha. Saltando por los techos eliminaba enemigos como si de débiles pollos se tratara, los flechazos volaban por toda la ciudad, los enemigos caían penetrados en la cabeza por la furia Real de arquero.

El druida con sus mascotas luchaba con todas sus fuerzas pero los enemigos eran cientos, el guerrero y el clérigo aún estaban en pie, pero los ciudadanos habían perecido, eran solo cuatro Soldados luchando contra las fuerzas oscuras.

En medio de la confusión por el norte aparecieron una docena de guerreros reales. Bardos, druidas, clérigos, paladines y cazadores arrasaban con cuanto enemigo se ponía en frente, pero el demonio era inmune a todos sus hechizos y ataques.

La ciudad era un caos de sangre y fuego, media ciudad se encontraba en ruina total, las chozas y las posadas estaban destruidas, los comercios ardían en llamas y las esperanzas declinaban a cada segundo que la batalla se extendía.

"Rahma Nañarak O'al" fue lo último que oyó Ilúvatar, y cayó inconsciente. En pleno trance y habiendo entrado al mundo espiritual gracias al portal mágico, tuvo un extraño y a la vez revelador sueño.

Ilúvatar, despierta, la guerra aún no termina, una dulce voz sonaba en la cabeza del arquero.
¿Quién eres? ¿Dónde estás?, repetía Ilúvatar.

Tú no me conoces, pero yo si. Soy Eámanë, y estoy aquí para contarte una historia, la historia del cuerno Real.

Hace mas de cinco mil años, yo era una arquera Real, fiel al Rey, todo era tranquilo en el mundo, hasta que un día el Demonio apareció con sus tropas para traer caos al mundo.

Miles de guerreros reales nos enfrentamos a él, pero nadie fue capaz de derrotarlo. Aún así, con una certera flecha logré romper uno de sus cuernos, debilitándolo gravemente y logrando que sus tropas se retiraran.

Ese mismo cuerno, es el que hoy, tú tienes en tus manos, fue forjado por grandes artesanos para que de él salieran las hermosas melodías que tú mismo pudiste oír.

Al hacerlo sonar en el mundo espiritual, mi alma despertó del descanso eterno, y estoy aquí para ayudarte.

Lucifer no posee el mismo poder que hace años. Por mas que su energía parezca inagotable, sin su cuerno no está completo, y esto lo debilita.

Los ataques que propician sobre él no surgen efecto por las almas oscuras que lo rodean. Ilúvatar, yo te ayudaré, por algunos segundos podré retirar esas almas, y deberás dar fin a su vida, tienes pocos segundos para completar tu misión, solo así terminaras esta guerra.

El arquero despertó y la guerra seguía su rumbo. Del cielo una fuerte y brillante luz blanca se abalanzó sobre el Demonio dejándolo desprotegido!

Ilúvatar recordó lo que Eámanë le había dicho y empuñó su arco, alistó su flecha y lanzo el ataque sobre Lucifer! El ataque no logró dar en el blanco, pero su otro cuerno fue arrebatado de la cabeza.

Los guerreros aprovecharon el momento para doblegar a las fuerzas del caos. El Demonio marchó hacia el bosque y la paz retornó a la ciudad.

El cuerno arrancado de Lucifer no fue hallado, dice la leyenda que el segundo cuerno arrancado al Demonio se utilizó para crear el cuerno Legionario, cual cumple la misma función que el cuerno del Consejo Real.

Los años pasaron, Ilúvatar recuerda todos los días las palabras de Eámanë y jamás pudo olvidar como su gran amigo Naimad dio la vida por él.

La paz reina sobre las tierras del mundo, pero, ¿Por cuanto tiempo?

FIN...

St0lz
17/05/2016, 06:10
wow. me robaste 40 minutos de mi vida excelente! gracias por compartir