[Relato] Capitulo 1 - La Legión Oscura, el retorno.

[Nhulls]

Bueno, hoy les traigo mis relatos posteados en otros Foros, sobre mi Rol como Legionario. Espero que les guste, por el momento son 6 capítulos de a poco los voy a ir subiendo:

En una isla, rodeada por el mar y el océano, separado de los continentes, yacía el Elfo Drow observando el horizonte buscando un nuevo destino. Empuñando su espada y su armadura cubierta de sangre, se había retirado de la guerra que se impactó en las frías tierras del Norte.

Obedeciendo al Devorador de Almas, emprendieron el viaje hacia, Ciudad Oscura, ya que este parecía un tanto nervioso pero decidido. Juntos a la deriva, viajaron por todo el océano hasta llegar al Fuerte que el Demonio había anunciado como su nueva ciudad.

En su mente, analizaba sus recuerdos...

Mi líder, me dijo que lo siguiera por la ciudad y me indicó el portal, extendiendo su brazo y señalando a la luz resplandeciente. De esa forma, atravesamos la ciudad hasta caer en las profundidades del Infierno, en donde el fuego y el miedo se hacían presentes con tal sólo sentir el calor de la tierra y los espectros malditos que rondan por la guarida del Demonio.

Baphomet, parado ante el Gran Demonio, este sonrió y el Devorador de Almas sin dudar, empezó a nombrar el juramento con paciencia, mirándome a los ojos, mientras notaba que expresaban un ''no me falles'' mientras continuaba sus palabras.

Concluido, había terminado el juramento y esperaba mi respuesta con ansias. Sentía demasiada intriga, al ver al Devorador renunciando a su puesto y dejar su carga tan pesada en mis hombros con tanta seguridad. Tomé unos segundos en comprender, sus ojos no mentían, ya no lo volvería a ver...

—Sí—grité orgullosamente.

—¡Álzate entonces, Nhulls, Devorador de Almas de la Legión Oscura!

Mientras, Baphomet, entregaba la túnica que el Gran Demonio le había otorgado por las miles de almas que él mismo había destrozado. El Demonio le susurró:

—Ya volverás arrastrándote...—con su mejor voz de desgano.

Me miró a los ojos nuevamente y escuché las últimas palabras del elfo.

—Felicidades compañero, espero que puedas guiar mejor al Ejercito, mejor de como yo lo hice... —tristemente pero decidido, saludándome sonriente.

Atónito, lo miré y al intentar exclamar una sola palabra, vi como su cuerpo se desvanecía de a poco...

Nhulls, sólo a la deriva del Infierno, salió de aquel lugar maldito y en las costas de la Ciudad Oscura, un hechicero se aproximaba, atravesando los pastizales y quemando todo a su al rededor.

—¿Ya te has enterado verdad...?—preguntó el Elfo Drow

El Hechicero emitió un leve sonido.

—Bueno... es hora de reunir a todos, ¿no lo crees?.

Me detuve a pensar pero sólo pensé en una cosa...

—La tormenta se acerca...—sonrió el Elfo Drow mientras el Hechicero se alejo apresuradamente.