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  1. #1
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    16 may, 16
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    Una Gran Aventura. (PARTE UNO)

    Bueno, antes que nada, y para aquellos lectores con paciencia, gracias por tomarse el tiempo de leer, quiero contarles que esta es una historia que escribí hace unos años mientras jugaba Bender Ao, bajo mi seudónimo Casandra, cazadora real.

    Sin mas preámbulo espero que lo disfruten.

    PD: Vi en algún foro que me la habían robado en algún momento, suele suceder...

    PD2: Lo divido en 3 partes por la cantidad de caracteres.

    Cuenta la leyenda que hace miles de años existió un gran arquero quien era respetado por todos los ciudadanos, admirado por los mas pequeños e indefensos y sobre todo, temido por los criminales de la tierra media.

    Cierto día y como buen protector del reino emprendió viaje hacia las oscuras tierras del denominado Dungeon Infierno donde corrían los rumores que los mas abominables criminales estaban reuniendo fuerzas para atacar la ciudad de Ullathorpe y conseguir el dominio de ésta.

    El viaje hacia las tierras del sur donde los criminales forjaban sus armaduras y mortíferas armas no era fácil pero éste sabía que no podía permitir que el mal reinara sobre las tierras. Equipado con su arco de marfil, miles de flechas y pociones necesarias para las batallas, su poderosa armadura entregada en mano por el Gran Rey y forjada por los enanos de las profundidades con las técnicas mas avanzadas en herrería ancestral partió de la ciudad de Angrod hacia su destino.

    Los primeros días de viaje fueron muy tranquilos, costeando el Río Grande se alimentaba de lo que pescaba y cazaba y bebía la cristalina agua de éste. Las planicies y el verde césped lo inspiraban a seguir su viaje hacia el sur aún sabiendo que el camino empeoraría a cada paso, que sus flechas comenzarían a escasear y las pociones también.

    Una oscura y estrellada noche, mientras acampaba a la rivera del Río Grande oyó voces que se acercaban rápidamente del monte. Ágilmente tomó su arco y se ocultó en la copa de un frondoso Plágano. Las voces se oían cada vez mas cerca y se podían divisar tres figuras en la oscuridad. Con el correr de los minutos los pasos se oían más y más cerca hasta que en un claro donde la luna alumbraba con intensidad logró identificarlos con facilidad. Se trataba de sirvientes del Demonio, cruentos y viles criminales, asesinos de almas inocentes, ladrones de ganado, destructores de familias y hogares. Se trataba de un Mago Oscuro, equipado con su sombrero, una gran túnica de colores rojo y negro con la insignia del mal que rozaba el suelo y un enorme báculo engarzado labrado a mano con el mejor roble que jamás se haya imaginado. En compañía de éste se encontraban un enano equipado con una armadura de placas que brillaba con la luz de la luna, un hacha que superaba su tamaño en altura por casi 40 centímetros, un gran escudo de hierro y un enorme casco de plata que cubría la totalidad de su cabeza. Por último un gran druida casi tan alto como el mago, llevaba sobre su cabeza la piel de un tigre ensangrentado, en su mano derecha una hermosa flauta y vestía con una larga túnica color dorada con terminaciones de oro blanco en sus costuras.

    Un frío sudor corrió por la frente del arquero, su sangre se heló y sus músculos se tensionaron tanto como jamás lo había recordado. El terror se apoderó de él pero sabía que esos malvados seres se encontraban en camino hacia las tierras del sur, donde el mal se estaba reuniendo. No podía permitir que estos siervos del Demonio llegaran a destino así que con firmeza tomó su arco, alistó su flecha y salió rápidamente del Plágano saltando hacia la planicie. Los esbirros del Demonio oyeron lo que sucedía y rápidamente se prepararon para la batalla.

    El arquero con su agilidad y precisión lanzó una flecha hacia el Mago Oscuro, a quien lo derribó penetrando en su cabeza y poniendo fin rápidamente a su vida.

    De repente el Druida comenzó a tocar una extraña melodía en su flauta, acto seguido empezó a vociferar extrañas palabras las cuales parecían un conjuro cuando tres extrañas criaturas aparecieron mágicamente para ayudarlo en la batalla.

    En ese mismo instante el arquero no dudó en tomar otra flecha y lanzarla sobre el druida, aunque ésta no fue mortífera el enemigo cayó al suelo gritando de dolor. En el preciso momento que ésto sucedía los feroces animales invocados por el druida se abalanzaron sobre el arquero arañando su armadura y provocándole serios daños.

    A todo esto el guerrero aprovechó el momento y se acercó al arquero, levantó su hacha y propició un gran golpe hacia él. Con suerte dirán algunos, sus grandes dotes de habilidad dice la leyenda nuestro protagonista logró interponer su escudo entre el hacha y su cuerpo salvando su vida. Instantáneamente se reincorporó del suelo, bebió algunas pociones y volvió a la batalla.

    Moviéndose entre los árboles y ocultándose entre éstos logró colocar dos certeras flechas en el cuerpo del druida quien cayó al suelo derramando su sangre sobre los verdes pastizales. Ni bien murió las feroces criaturas mágicamente se convirtieron en polvo.

    Ahora sólo quedaba el guerrero de gran hacha, quien se encontraba perdido en el bosque, su escasa altura no le permitía ver con claridad y el arquero sabia ésto. Entonces aprovechó el momento y apareció por detrás de éste apuñalándolo y penetrando su armadura. El puñal fue dañino pero no mortal así que rápidamente tomó su arco cual llevaba colgado en la espalda, con agilidad lanzó un flecha la cual penetró en el medio de su pecho destrozándole el corazón y terminando con su vida.

    Agotado por la batalla, pero con ánimo por haber derrotado a tres esbirros del Demonio, tomó algunas cosas útiles de sus enemigos, subió a un gran Sequoia y descansó hasta el amanecer

    Luego de que nuestro héroe a quién de ahora en más llamaremos Ilúvatar retozara hasta el amanecer emprendió nuevamente viaje hacia las oscuras tierras del sur.

    El alba traía un hermoso sol despuntando desde las cumbres con unas nubes rojizas que se acercaban gracias al viento que corría por los prados y bosques del mundo.

    Provisto con lo necesario Ilúvatar comenzó su caminata por los prados en dirección hacia el sur, ya curado por la batalla de la noche anterior notó en su armadura una enorme mancha de sangre verde la cual debía ser de alguna de las criaturas extrañas que aquel druida había invocado.

    Luego de horas de caminata y habiendo cruzado casi la totalidad de las planicies decidió tomar un descanso e ingerir algunos alimentos para recuperar fuerzas bajo la sombra de un gran árbol que lo protegía del radiante sol del medio día.

    Cansado por la larga caminata se recostó sobre el tronco del árbol y durmió una pequeña siesta. Lo que nunca esperaba es que cuando despertara se encontraría sin su arco, sus flechas, sus pociones y provisiones, lo único que le quedaba era su daga, la cual llevaba aferrada a su cintura y algunas cuantas flechas que habían dejado tiradas los ladrones.

    Molesto, enfurecido, y sin equipo necesario para llegar hasta el Dungeon comenzó una caminata para tratar de encontrar a los ladrones.

    Dotado por grandes habilidades de rastreo siguió las huellas y marcas que a simple vista cualquier mortal no podría reconocer, buscando a los malvados para destruirlos y recuperar sus provisiones y equipo.

    Llegando el atardecer y sin haber podido dar con los malhechores tuvo la inteligente idea de fabricar su propio arco con un gran tronco que halló en el suelo.

    La noche se apresuraba en caer y el tiempo se hacía más y mas frío, sin alimento y con el arco listo salió a la caza de algunas criaturas para alimentarse. Rápidamente halló algunas ardillas a las cuales certeramente aniquiló para tomar su carne. Habiendo prendido una fogata y luego de hallar un solitario brazo del Río Grande que llegaba hacia aquellas tierras se alimentó y siguió su viaje.

    Ahora en la oscuridad y desprovisto de equipo la caminata se dificultaba, no podía observar por donde caminaba y los pasos eran lentos y torpes. La visibilidad cada vez era peor, una espesa niebla comenzaba a envolverlo y se vio obligado a subir a la copa de un árbol a descansar.

    Pasada la noche y despuntando el amanecer siguió viaje. Tomó algunas frutas de los árboles y bebió el poco agua que le quedaba en su cantimplora.

    Caminando por el bosque y sin darse cuenta se topó con un bandido a algunas leguas de distancia. Rápidamente reconoció lo que llevaba en su espalda!!!Era su arco y sus flechas!!!, así que con precisión lanzo un feroz ataque sobre éste. Con el arco apuntando y con tres flechas en simultáneo lanzó el feroz ataque pero de pronto por detrás se abalanzo otro bandido atacándolo por la espalda y haciéndole gran daño!!

    De repente se vio totalmente perdido, las flechas que lanzó hacia el primer enemigo fueron totalmente en vano ya que con el golpe que recibió ninguna llegó a destino. No tenía pociones y estaba lastimado, cansado, sin provisiones, no se alimentaba desde el alba y ya no le quedaba agua en su cantimplora, sus fuerzas eran casi nulas, sabía que éste seria su triste fin...

    Sin saber que sucedía y tirado en el suelo, el bandido a punto de golpearlo en su cabeza y sin poder moverse sintió que sus heridas se curaban, recobraba la fuerza y la agilidad, y con un poco de atención oía a lo lejos extrañas palabras que decían repetidamente

    "Ilúvatar YUP A'INC, Ilúvatar Ar A'kron, Ilúvatar EN CORP SANCTIS"

    Pasados solo algunos segundos las palabras se detuvieron, Ilúvatar abrió sus ojos y vio como el bandido iba a terminar con su vida, pero se oyó algo mas y casi seguro de lo que oía el arquero puedo saber de que se trataba, era un conjuro mágico muy poderoso que podía detener a cualquier criatura o ser de la tierra, él ya lo había vivido en carne propia y sabía que era su oportunidad de atacar.

    Är Prop s'uo fueron las poderosas palabras, el bandido quedó totalmente inmóvil y como hábil arquero se reincorporó de un salto y sacando su daga del bolsillo degolló de un sólo movimiento al malvado.

    El segundo bandido a pocos pies de distancia era testigo de como su compañero era asesinado, así que tomó el arco y las flechas robadas y lanzó un ataque hacia el arquero. Ilúvatar tomó el cuerpo del bandido degollado y usándolo como escudo se acercó ágilmente hacia el enemigo, lanzando el cuerpo hacia éste tuvo algunos segundos de tiempo y propicio dos certeras puñaladas en el cuerpo del bandido. No conforme tomó una de sus flechas y se la incrustó en la cabeza para poner fin a la vida de estos malvados.

    Desconcertado por lo que le había sucedido de pronto observó una enorme figura que salía detrás de los árboles. Vestía una enorme Armadura con una capa Azul oscuro, con unas hombreras de plata y detalles de color rojo en el pecho. En la parte baja vistiendo del mismo color que la capa poseía unos hermosos pantalones que llegaban hasta el comienzo de sus zapatos, unos hermosos calzados trabajados en hierro y seda oriental. En el brazo derecho yacía una gran espada y en el izquierdo un escudo de tortuga tallado.

    Ilúvatar reconoció esos colores instantáneamente, esos colores pertenecían a la Armada Real, el soldado llevaba nada más ni nada menos que la Armadura de Gran Sacerdote Imperial una túnica que sólo es entregada a los mas fieles guerreros de la Armada Real.

    Haciendo reverencias ante el Clérigo y agradeciendo por haber salvado su vida preguntó como había llegado hasta allí

    Naimad era su nombre, pertenecía a los soldados escogidos para custodiar la tierra de Harrogat, la ciudad del norte, lindera a los bosques helados.

    Harrogat había sido atacada hace cientos de años por la Legión Oscura, pero no pudieron con ésta y la Armada Real desde entonces custodia sus muros en protección de sus ciudadanos y comerciantes.

    Naimad estaba en camino hacia las tierras del sur, se encaminaba hacia el mismo sitio que Ilúvatar, ambos iban hacia el misterioso Dungeon Infierno.

    Ahora con nueva compañía Ilúvatar y Naimad siguen viaje hacia el Infierno, sin saber que les espera...


  2. #2
    Copé DM Miembro de Prensa
    Avatar de Esteban
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    Muy bueno!! después sigo con la parte dos
    a lo mejor hago un par de anotaciones de cositas que no me gustaron, pero creo que valió la pena seguir leyendo.

  3. #3
    x.x Avatar de Burni
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    Qué grande el Plágano...

    La historia está muy bien, voy a continuar con las siguientes partes.

    Consejo: Organizá mejor los párrafos para poder otorgar mejor fluidez de lectura al texto, en vez de separarlos en puntos aparte te recomiendo el uso de conectores.
    Cita Iniciado por Nightw Ver Mensaje
    No seas yeta Burni!!!



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