Viejo amigo, te saludo desde algún lugar en el mundo, pero sabés bien que no desde mi casa. Estar escondido, refugiarme yo y otros tantos sabandijas fuera de mi hogar ya no me causa ninguna gracia. Sólo consuela a mi desesperanza la misión que he de encomendarte:
Cuando nos expulsaron de Arghâl, no advirtieron que entre las ruinas yacía un objeto robado de los bosques élficos. No lo había podido estudiar lo suficiente por aquél entonces, pero hoy sé a ciencia cierta cuál es su poder... y vamos a usarlo.
Apache, con tus hombres de <Green Day>, vayan a Arghâl y esperen a mi sirviente. Los guiará hacia una batalla que seguro han de ganar... Capturen la tierra que les señale, maten a quienes intenten detenerlos y ¡griten todos juntos sus nombres cuando se les indique!.