Muy buenas noches a todos.
Les traigo un pequeño archivo que encontré entre el polvo y pergaminos viejos, de un concurso literario de realizado en FenixAO (perdonen que menciono otro servidor) en julio/agosto 2011, realizado por Moenious Moen y Nikulin.


[HISTORIA Y ROL] Class, guerrero inmortal!




Forjado por el frió y su mala alimentación rondaba las heladas tierras de Hillidian alejado de toda civilización que alguna vez lo vio crecer. Refugiado en las inhóspitas montañas del oeste él se auto proclamaba ¨el guardián de la caverna congelada¨ ya que en ese lugar se guarecía de las tormentas y fríos arrasadores. En el lugar se sentía tranquilo y seguro, solo contadas personas habían llegado a esas cavernas años y años atrás, tal es así que ya se las consideraban un mito y no algo real.
Nadie conocía su paradero, de hecho todos lo consideran muerte pero Class era el único sobreviviente de la batalla de Isla Esperanza. En ese entonces el bien y el mal se habían enfrentado una vez más, tomados por sorpresa y superados en número, los habitantes de la isla solo lucharon por vivir algunos minutos más muriendo de pie y no rendidos ante la oscuridad. Durante unas largas cinco horas el ruido de espadas se hizo escuchar pero poco a poco las voces locales se fueron apagando, uno a uno fueron cayendo, hombres, mujeres y niños alfombraban el suelo de la ciudad devastada, ahora propiedad del mal. Sin embargo, Class, subiéndose a una vieja barca pesquera salió a alta mar logrando escapar, con la imagen fresca de ver a su familia morir juro esperar y en venganza recuperar su lugar.
Durante días navego a la deriva, hasta que en su sexta noche encallo en unas piedras. Debilitado por el viaje espero la salida del sol. En los primeros momentos de claridad, el sol revelo su suerte, había llegado al implacable hielo de Hillidian, último foco de resistencia, ultima tierra del bien, último lugar donde guerreros de su clase seguían en pie ya que el resto del mundo estaba hundido en tinieblas en manos de Trefull y su vasto imperio oscuro.
Class rápidamente había encontrado la gran ciudad, lugar habitado por todos los sobrevivientes que habían jurado fidelidad al bien pero que su tierra natal se encontraba bajo el poder del mal. En la ciudad estaban los mejores guerreros y magos, mujeres que mantenían el lugar y niños que, juguetones a temprana edad, eran el futuro de aquella humanidad, pero Class no se quedo allí, partido a su lugar actual, las montañas del oeste para rehacer su vida en soledad.
Durante años llevo aquella vida alejada de todo contacto con un ser de su semejanza, abatido, con un alma herida que le sangraba cada día al recordar su pasado. Cada mañana sus recuerdos macabros lo abrazan, hundido en resentimiento y odios, su apetito de revancha aumentaba, manteniendo su persona firme empuñando su espada como si cada minuto de su vida fuera otra batalla.
Esa mañana despertó como de costumbre, al primer rayo del sol salió rumbo al arrollo a buscar algo para saciar su apetito. Caminando por las montañas no le fue difícil divisar que en las costas más lejanas desde donde estaba él, acababa de encallar una flota de barcos. Su respiración se acelero y sus dedos tronaron al empuñar con más fuerza que nunca la espada, sin duda alguna, se dio cuenta que aquellos visitantes no eran del lugar. Corrió montaña abajo y se aproximo lo más posible al lugar plenamente confiado.
Lo que al principio le pareció una simple flota de expedición no tardo en duplicarse y formar un ejército numeroso que, agrupado y bien ordenado, empezó a marchar rumbo a la ciudad. Class los siguió de cerca, paso tras paso, sin llamar la atención y al cabo de unas horas el bien y el mal se vieron las caras, frente a frente una vez más.
Trompetas retumbaron en el lugar y no paso mucho tiempo hasta que las espadas, escudos y hechizos empezaran a chocar. En aquella oportunidad la luz fue más y sobrepaso la oscuridad, pero fue entonces que Class vio a un grupo reducido de enemigos apoderarse de una joven de la ciudad y marcharse a escondidas sin ser visto por nadie más que él, ya que toda la tensión se la llevaba aquella pequeña contienda que había tenido lugar en ese momento. Dándose cuenta de la situación, los siguió rumbo a la costa nuevamente y al llegar a los barcos enfrento a sus enemigos para evitar el escape. Sacando de adentro el guerrero dormido, mato sin más esfuerzos a la tropilla que buscaba huir. Asegurándose de que todos estén muertos se acerco a la muchacha y no fue poco el asombro que se apodero de él cuando dio cuenta de que era la princesa de la ciudad. Débil por los golpes y maltratos recibidos la tomo y sacando provisiones del barco la llevo a su guarida, la caverna congelada.
Hacia años que no tenía contacto con un ser de su semejanza. Nervioso por la presencia de la joven montaba guardia constantemente por miedo de que alguien los haya seguido hasta el lugar.
Un día y medio tardo la joven en despertar, con la cabeza aturdida y confundida de su situación se asusto de ver a un guerrero que la miraba fijamente desde la puerta del lugar. En un principio pensó que era prisionera del mal pero Class, identificándose como tal, le contó lo sucedido y dio su palabra prometiendo que en unos días la llevaría nuevamente a la ciudad.
Al cuarto día, desde que la joven estaba en el lugar, partieron nuevamente con destino a su hogar. A Class el camino se le hizo más largo que de costumbre, la joven no estaba acostumbrada a transitar esos inhóspitos lugar, pero con algunas horas más de lo planeado allí estaban, frente a la imponente entrada de Hillidian.
Numerosos guardias salieron al lugar y no tardaron en identificar a la joven, la cual fue rápidamente asistida, pero la tensión recayó sobre Class, persona desconocida que nunca había aparecido en el lugar. Guardias lo rodearon con espadas, le quitaron la suya y lo obligaron a entrar. Pronto fue juzgado ante el rey y la reina del lugar y luego de dar su testimonio fue puesto en espera en una habitación donde solo había una silla y una ventana por donde entraba tímidamente algo de sol. Pasaron algunas horas quizás más, hasta que la puerta se abrió y unos guardias lo tomaron, esta vez más cordialmente, y lo llevaron nuevamente hasta el rey.
Un clima distinto se notaba en al lugar, todos en el lugar miran a Class con otros ojos y la princesa, postrada al lado de su padre, dejaba escapar una pequeña sonrisa acompañada de una expresión fácil de alegría plena. Todos se sentaron el lugar menos el guerrero que quedo parado ante el rey. Este se acerco sacando su larga espada y quitándose la corona dijo:
- Eh aquí el salvador de mi hija, él que dio su vida por ella, él, el ultimo guerrero vivo de la batalla de Esperanza (lo cual genero asombro en el lugar ya que se creían todos muertos), el guardián que nos miro todo este tiempo desde las montañas… demostraste tener valor y coraje y mantener en pie tu postura ante cualquier situación, nunca temiste ante mi ejercito, nunca temblaste ante el enemigo, por eso me es un orgullo en el día de hoy entregarte la mano de mi hija y la responsabilidad de ser el príncipe de Hillidian.
- Acepto con todo honor mi señor, dijo Class sin dudarlo, y de un segundo para otro paso de una vida solitaria y aislada a ser el príncipe de la última ciudad del bien.
El rey le hizo entrega de una corona y devolvió su espada que en un principio le habían sustraído. Tomo la mano de su prometida, que apenas conocida pero que ya lo era, subió algunos escalos del trono real y levanto su espada mirando al cielo como era su costumbre.
Desde ese entonces, Class fue príncipe y futuro rey de la ciudad pero cada mañana bien temprano con el primer rayo de sol, como lo hacía cuando vivía en la montaña, sin que nadie dé cuenta de ello, sale al balcón de su habitación, empuñando su espada mirando al horizonte, buscado aquella tan ansiada revancha para saciar la sed de venganza y cerrar esa herida fresca que día a día sangra en su alma.





(sepan disculpas si hay algún error de redacción o compactibilidad espacio/tiempo)






Espero que les haya gustado!
Saludos a todos

Lito.-