Manual de comportamiento del Ejército Real
Un miembro del Ejército Real debe cumplir, como ningún otro, las normas que el reglamento impone. Se espera que el mismo sea un ejemplo para todo el resto de los jugadores, resaltando su respeto ante los demás y las autoridades, valor en batalla y buena predisposición. Cualquier miembro del Ejército que no rija su comportamiento por estas simples reglas, pone en riesgo su permanencia en la facción. Un Soldado tiene que destacar el respeto hacia los demás y apego al reglamento, tanto en acatarlo, como en tomar solo las medidas correctas contra quines no lo hagan. Éste manual es una guía sobre el buen comportamiento del Soldado Real, contiene las líneas básicas a seguir por cualquier miembro de ésta facción.
Comportamiento de un miembro del Ejército Real ante un Ciudadano:
-Cada recluta deberá brindar instrucción o información sobre los alrededores de las zonas en donde se encuentra transitando. Ello no requiere que deba responder dudas sobre cómo profesar hechizos, cómo blandir armas o siquiera vestir lujosas ropas con decoro.
-No estará obligado a expeler una acción material, es decir, repartir parte de sus bienes en quienes no tienen mucho. Recordemos que los bienes son más dichosos si uno mismo los labra y cosecha. En caso de ser gratificados agradecer cordialmente.
-Ayudará al ciudadano a su criterio, si aquél sólo busca molestar y entorpecer el labor de protector de la paz y el orden que cada soldado tiene o no la opción de ayudarlo.
-Un soldado no es una fuente de riquezas ni un sacerdote que curará heridas o desmayos repentinos. Mucho menos será un entrenador que ayude a ciudadanos a ser más fuertes. Por ende no está obligado a tales funciones, aunque realizarlas pueda en algunos casos resultar gratificante.
Comportamiento de un miembro del Ejército Real ante un colega de armas:
-Entre colegas de armas deberá existir el respeto, la cordialidad y el orden. De no ser posible llegar a esta instancia, se remitirán las actuaciones correspondientes al Gran Consejo. Un ejército sin unión nunca llegará a la victoria.
-Siempre que pueda o la situación lo amerite, deberá brindar ayuda ante un ataque de criminales, criaturas o cualquier acción que pueda llevar al compañero de armas a una pérdida de la conciencia o la muerte.
- Un compañero de Armas será siempre considerado un amigo, de no ser digno de tal confianza se tendrá la opción obviar la ayuda solicitada (si la hubiere), aunque si es necesario acudir en su defensa, como a cualquier ciudadano le es brindada. Su mal comportamiento debe ser reportado a los Altos mandos del Consejo de Banderbill.