Las cosas empeoran notablemente cuando atraídos por las fuerzas oscuras, magos malvados y beholders se acercan a la gran Banderbille, que cae rápidamente bajo el azote de un golpe certero. La noticia corren por las tierras, la gente escapa del continente a las islas alejadas, sin saber que el Demonio ya ha actuado días atrás en la isla de Lindos, llevando la plaga hacía el sur. El Dungeon Veril se vuelve inaccesible por las fuerzas oscuras que se han liberado en él. Ya no habiendo salvación para la gente que se refugia en los lugares más remotos.
La venganza del rey Pretoriano - Parte 1:
Tancredo envía mensajeros a la ciudad del Rey Pretoriano, informándole de las malas nuevas, todas las provincias al sur yacen en una desolada y triste apariencia. Este pide ayuda al Rey Pretoriano, acotando que la Plaga también podría llegar al Fuerte Pretoriano, pero este se niega a enviar ayuda, respondiendo que el Rey de Banderbill siempre fue un enemigo injusto.
La venganza del rey Pretoriano - Parte 2:
La peste esta muy avanzada, y Banderbill sitiada. Ullathorpe y nix viejos recuerdos de la historia; esperanza y Beleta lejanos paraísos inalcanzables debido a que no hay más naves en los puertos. Tancredo no es un hombre que pierda la calma fácilmente así que decide buscar información en “El legado de Morgolock”. Irónicamente los sacerdotes encuentran información sobre un artefacto muy peculiar: La vara pretoriana, la cual tiene la habilidad de reparar objetos dañados; aunque los Sacerdotes afirman que no hay forma de reparar el daño inflingido por la peste.
Tancredo no es solo el líder por ser paciente y buen guerrero, el es una persona brillante y siempre fue muy respetado entre los suyos, pero también la perspicacia y aquellas ideas locas que de pequeño siempre mantuvo lo llevaron a pensar en que quizás, engarzando “El Ojo del Dragón” con aquella “Vara Pretoriana”, sus poderes en conjunto retrasarían la peste.
Ante el anuncio de aquella loca idea, Tancredo ganó confianza en aquel pueblo, siendo este el cerebro de todo pensamiento.
La vara sería luego robada por un grupo fuertemente armado, al regresar al castillo, Tancredo enviaría los objetos para que trabajen en él a los orfebres, y magos, entre ellos se encontraban Liander, y aquel extraño Nigromante.
Amor por la patria:
Aquel vago rumor de un posible ataque desde la ciudad de Arghal se hacía realidad, un poderoso ejército del Caos chocaba en oleadas contra las murallas de la gran Banderbille, el Demonio sabía de los actos de Tancredo y aquella vara forjada. Pero pronto llegarían refuerzos de las colonias ubicadas en veleta, para aliviar el ataque de las fuerzas del Caos.
La vara había sido finalizada en este mismo instante, prontamente Liander y el Nigromante pusieron en marcha el hechizo que activaría la vara. al activar la vara el cielo silencio para luego oscurecer, relámpagos y truenos sonaron para luego callar, ..”EL HECHIZO FUNCIONA!, LA VARA FUNCIONA”.. eufóricamente los aldeanos gritaban, los zombies presentes en las murallas cayeron abatidos en un santiamén de segundo, la peste retrocedía.
Impulsados por la buena nueva, la moral del ejercito de Banderbille se vio renovada, ahora apoyados por la milicia de la ciudad, empujaron al ejercito a huir en retirada.
Pero Tancredo no frenaría el contraataque, dando palabras de aliento, llevó su ejercito hacia Arghal, ciudad que sorpresivamente se encontraba vacía.
El Demonio hábil como despiadado, había huido al sur, en donde tiempo atrás habría comenzado a construir su nuevo palacio del mal.
Luego Tancredo avanzo con su ejército primero hacia Ullathorpe donde venció a los últimos vástagos del mal. Luego en hizo lo mismo en Nix, y por último y sin perder tiempo envió a sus arquitectos y constructores a levantar un cementerio, donde encerraron todos los cuerpos caídos por la peste, y con la Vara del Dragón sello mágicamente el lugar para que la peste nunca más saliera de allí... Aunque aquella vara se partiera, al invocar aquel último gran poder.
Reseña Final:
Aquellas anécdotas que te he narrado durante todo este tiempo, han sido reales, existió un mundo anterior al nuestro, una era no tan distinta, aunque con nombres de grandes hombres y mujeres que yacen bajo tierra, sepultados por el tiempo.. Un tiempo medido en glorias y perdidas, llenas de héroes y fantasías, en donde los lideres guiaron a sus pueblos, en donde pequeñas personas fabricaron su entorno. Un tiempo que culmina, para dar paso a otra nueva era, así como la noche da paso al día, así como la vida a la muerte.